Caminando por suelo galo 

Hoy hemos amanecido en la capital gala, París. Ayer pusimos rumbo a Hendaya a las 6:30, sí tuvimos que madrugar bastante para coger el bus que nos llevaba hasta la frontera con Francia y poder montarnos en nuestro tren rumbo a París. Después de cinco horas, donde pudimos disfrutar de las vistas que teníamos desde la segunda planta del tren, conversar con nuestros compañeros y empezar a rellenar el cuadernillo de trabajo que nos han preparado nuestras profesoras, cogimos el metro para llegar al hotel. No os vamos a engañar, había mucha gente y nos agobiamos un poco porque teníamos que entrar todos muy rápido y llevábamos las maletas, pero Cristina y Rebeca nos ayudaron y todo salió genial. 

Una vez llegamos al hotel bajamos dejamos las maletas y comimos, pusimos rumbo al centro para aprovechar la tarde de sol y caminar un poco. Mientras íbamos viendo todos los edificios y las tiendas de lujo decidimos visitar la Torre Eiffel, aunque hacía bastante frío subimos hasta arriba del todo y disfrutamos de unas vistas increíbles: toda la ciudad estaba iluminada. Al bajar fuimos a coger el metro para ir a cenar y volver al hotel. 

¡Por fin abrimos la puerta del hotel, 12 kilómetros hicimos! Así que nos fuimos directos a las habitaciones porque al día siguiente nos esperaba un largo trayecto hasta Bremen.