Hogar, dulce hogar

Hogar, dulce hogar 

Abrimos los ojos en París y era el día en el que terminaba nuestra aventura por Europa, así que después de desayunar tuvimos que coger el metro para llegar a la estación de Montparnasse. No os vamos a mentir, a alguno de nosotros no nos gusta mucho eso de tener que ir en metro porque nos agobia la cantidad de personas que hay, los empujones y si a eso le sumamos ir con las maletas... qué os vamos a contar, pero bueno... esta era la forma más rápida de llegar. 

Una vez en la estación de tren tuvimos tiempo para darnos una vuelta por las tiendas y comprar algún que otro recuerdo. A las 11:30 quedamos en un punto de referencia para esperar a que saliera nuestro andén y poder poner rumbo a casa. Como os contamos en el post anterior, nuestro trayecto París-Hendaya sufrió una pequeña complicación y el trasbordo de Bordeaux-Hendaya fue cancelado. Por este motivo Autobuses Gurrea tuvo que venir a por nosotros hasta Bourdeaux. 

Se acercaban las 19:45 y nos fuimos poniendo un poco nerviosos, después de tantos días de andadura por Europa y de vivir esta experiencia maravillosa ya teníamos ganas de ver a nuestras familias. 

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